TL;DR: Heredar un producto plagado de deuda técnica masiva es uno de los retos más difíciles a los que puede enfrentarse un líder o Product Manager. Esos primeros 30 días son absolutamente críticos: pueden marcar la diferencia entre que tu equipo de ingenieros se quede a luchar la buena batalla o se dirija a la salida. ¿Cuál es la clave? No te centres sólo en el código; céntrate en el impacto, genera confianza, prioriza estratégicamente y convierte a tus ingenieros en verdaderos socios en el cambio.
En el mundo del desarrollo de software, la "deuda técnica" es un término demasiado familiar. Pero cuando un nuevo director de producto, un jefe de ingeniería o incluso un equipo ejecutivo hereda un producto prácticamente ahogado en ella, es mucho más que una simple partida en un registro de riesgos. Es una crisis en toda regla que se está gestando bajo la superficie.
He visto esta situación muchas veces y, por desgracia, he sido testigo de la implosión de equipos de ingeniería porque la situación se ha gestionado mal. Durante años, parte de mi viaje ha consistido en intervenir para ayudar a navegar y resolver este tipo de situaciones complejas. Permítanme ser claro: la deuda técnica no es simplemente un problema técnico. Es un problema de confianza, que erosiona la fe entre los equipos y la dirección. Es un problema moral, que aplasta el espíritu de los ingenieros con talento. Y, en última instancia, es un enorme problema empresarial, que afecta a la velocidad de entrega, la estabilidad y la satisfacción del cliente.
Si acabas de entrar en una tormenta de este tipo, es normal que te sientas abrumado. Pero hay un camino para superarlo.
Los primeros 30 días: se trata de las personas, no sólo del código
Cuando los ingenieros luchan contra un sistema heredado plagado de problemas, su frustración suele ser enorme. Pueden sentir que sus preocupaciones han sido ignoradas durante demasiado tiempo. Su prioridad inmediata no es comprender todos los recovecos de la base de código problemática. Se trata de restablecer la confianza y demostrar que estás ahí para facilitar una solución, no sólo para culpar o exigir la entrega de funciones imposibles en medio del caos.
La trampa común: Ahogarse en deudas
El error más crítico que cometen los nuevos gestores en esta situación es intentar trazar meticulosamente toda la deuda técnica en primer lugar. No caiga en esta trampa. Te empantanarás y tu equipo lo verá como una parálisis por análisis mientras ellos siguen sufriendo.
En su lugar, cambie su enfoque inmediatamente a mapear el impacto de la deuda:
- ¿Qué problemas específicos bloquean activamente el desarrollo de nuevas funciones cruciales?
- ¿Qué problemas causan repetidamente incidentes de producción y molestias a los clientes?
- ¿Qué aspectos de la deuda ralentizan más la velocidad de desarrollo y amargan la vida a los ingenieros?
Convertir la frustración en asociación estratégica
Es probable que sus ingenieros estén en lo cierto sobre la existencia y la naturaleza de los problemas. Viven con ellos a diario. Sin embargo, pueden sentirse abrumados o emocionalmente implicados, lo que les lleva a sugerir soluciones como "¡tenemos que reescribirlo todo!" Aunque nace de la frustración, rara vez es el primer paso más estratégico o viable.
Tu objetivo es transformar su (comprensible) enfado y frustración en una colaboración constructiva y estratégica. He aquí cómo:
Presentación de la "Matriz de Impacto de la Deuda Tecnológica" Una herramienta sencilla pero increíblemente poderosa.
- Eje X: Impacto en el negocio (de Bajo a Alto - considere ingresos, satisfacción del cliente, objetivos estratégicos)
- Eje Y: Frustración del ingeniero (de Bajo a Alto - ¿cuánto dolor está causando este problema al equipo?)
Pida a su equipo de ingenieros que le ayude a trazar en esta matriz cada elemento significativo de deuda tecnológica que hayan identificado. Este ejercicio consigue dos cosas vitales al instante:
- Demuestra que estás escuchando: Sus preocupaciones están siendo reconocidas y categorizadas visualmente.
- Crea una comprensión compartida de las prioridades: No todas las deudas tienen el mismo impacto inmediato.
El arte de la gestión estratégica de la deuda tecnológica
He aquí una dura verdad:
- Si intentas arreglar toda la deuda técnica, es probable que fracases y quemes a tu equipo.
- Si ignoras toda la deuda técnica, el producto (y probablemente tu equipo) acabará colapsando.
El secreto está en elegir las batallas adecuadas. Utiliza tu Matriz de Impacto para centrarte en la deuda que:
- Bloquea o dificulta gravemente las funciones generadoras de ingresos o las iniciativas estratégicas clave.
- Causa directamente un dolor significativo al cliente, pérdida de clientes o daños a la reputación.
- Es un motor principal de frustración y hace que sus mejores ingenieros consideren la posibilidad de abandonar. (Se trata de un coste empresarial crítico y a menudo subestimado).
Un mensaje para los líderes: Su apoyo no es negociable
Si usted es un líder de producto, un ejecutivo o un miembro de la C-suite que supervisa equipos en esta situación, sus PM y líderes de ingeniería necesitan su apoyo inquebrantable. Cuando abogan por dedicar recursos a la deuda tecnológica, no están siendo "lentos" o "indecisos" Están realizando una cirugía preventiva crítica para evitar una emergencia futura mucho más costosa y perjudicial. Cada semana de inversión estratégica en deuda tecnológica ahora puede ahorrar meses de frenéticas reparaciones de emergencia en el futuro.
Ritmos prácticos para crear impulso y moral
Más allá de la matriz, integre estas prácticas en las rutinas de su equipo:
- Paradas diarias: Pregunte brevemente: "¿Qué problema técnico o deuda le retrasó ayer?" Esto mantiene un pulso suave en la fricción diaria.
- Retrospectivas semanales: Incluya una pregunta sencilla como: "En una escala del 1 al 5, ¿cómo calificaría su frustración con nuestra base de código esta semana?" Realiza un seguimiento de esta tendencia.
- Planificación/revisión mensual: Pregunte explícitamente: "¿Qué elementos específicos de la deuda tecnológica impactaron directamente en nuestros clientes o en nuestra capacidad de ofrecer valor este mes?"
Cuando los ingenieros aboguen por una "reescritura total", indague más. Pregunte: "¿Cuál es el cambio más pequeño que podríamos hacer ahora mismo que haría su trabajo, o un proceso doloroso específico, significativamente (digamos, 50%) más fácil?" A menudo, la respuesta no es una reescritura de varios años. Puede ser:
- Invertir en mejores herramientas o marcos de pruebas.
- Automatización de los penosos procesos manuales de implantación.
- Limpieza o refactorización focalizada del código en uno o dos módulos de misión crítica y alto impacto.
La regla 20/20/60: Un marco para el equilibrio y el progreso
Para garantizar que el tratamiento de la deuda tecnológica no detenga por completo el impulso hacia adelante (y para mantener la confianza de las partes interesadas), considere la posibilidad de aplicar una variación de la "Regla 20/20/60" para su capacidad de desarrollo:
- 20% del tiempo: Dedicado a las nuevas funciones imprescindibles y prioritarias.
- 20% del tiempo: Asignado explícitamente a la reducción prioritaria de la deuda tecnológica y a la refactorización.
- 60% del tiempo: Centrado en el desarrollo y las mejoras regulares y planificadas.
Comprométase a ello (o a una asignación equilibrada similar) durante un periodo definido, por ejemplo, un trimestre. Esta inversión visible y constante en la mejora del código base puede hacer maravillas en la moral del equipo. Demuestra que te tomas en serio lo de mejorar las cosas.
En Mercury Technology Solution, hacemos hincapié en la construcción de software robusto y sostenible desde el primer día . Para las empresas que heredan la deuda técnica, o para nuestros clientes que navegan por estas complejidades, establecer este ritmo de desarrollo equilibrado es primordial. Nuestra experiencia en desarrollo de software personalizado y nuestras capacidades de gestión de proyectos dentro de nuestra Business Operation Suite pueden ayudar a estructurar y gestionar estos esfuerzos de manera efectiva, asegurando que tanto el nuevo valor como la reducción de la deuda se aborden de manera consistente.
La regla de oro: que la gente se sienta escuchada
En última instancia, recuerde esto: los ingenieros rara vez renuncian solamente debido a la deuda técnica. Abandonan porque se sienten desoídos, sus preocupaciones desestimadas y sus esfuerzos inútiles frente a una marea de código decadente.
Hágales partícipes de la solución. Escúcheles activamente, establezca prioridades en colaboración, muestre progresos constantes (aunque sean pequeños) y déles poder. Se convertirán en sus mejores aliados para solucionar los mismos problemas que les frustran.
Su libro de jugadas para dar la vuelta a la deuda tecnológica:
- Respire y Escuche: Reconozca el problema y su impacto en su equipo.
- Mapa el impacto, no sólo los detalles: Céntrate en lo que perjudica al negocio y al equipo ahora.
- Crear visibilidad y prioridades compartidas: Utilizar herramientas como la matriz de impacto de forma colaborativa.
- Escoja batallas estratégicas: Aborde la deuda que bloquea los ingresos, perjudica a los clientes o impulsa el desgaste.
- Implantar un ritmo equilibrado: Asignar capacidad dedicada a la deuda tecnológica (por ejemplo, la regla 20/20/60).
- Seguimiento de la frustración y el progreso: Utilice métricas sencillas para controlar la moral y el impacto.
- Haga de los ingenieros sus socios: Involúcrelos a fondo en la planificación y las soluciones.
Liderar a través del código heredado: Un futuro mejor
Gestionar un producto con una importante deuda técnica es una verdadera prueba de liderazgo. Requiere paciencia, pensamiento estratégico, empatía y resistencia. Pero si te centras en el impacto, generas confianza y empoderas a tu equipo, podrás sacar el barco de la tormenta y conseguir un producto más estable, un flujo de trabajo más productivo y un equipo de ingenieros mucho más comprometido y leal.