El Gran Desmantelamiento: Análisis de un director general sobre el ajuste de cuentas del comercio minorista chino

TL;DR: El vaciado de los centros comerciales chinos -desde los de lujo hasta los de las ciudades de nivel 3- no es una recesión cíclica, sino un colapso estructural. El viejo modelo parasitario del comercio minorista como subproducto de la burbuja inmobiliaria ha muerto. Este artículo deconstruye los cuatro motores del colapso y sostiene que esta dolorosa e inevitable corrección no es el final, sino el violento comienzo de un mercado nuevo, más racional y centrado en las operaciones para aquellos lo suficientemente ágiles como para verlo.

James aquí, Director General de Mercury Technology Solutions.

Llevo en Shanghai el tiempo suficiente para haber visto los ciclos, pero lo que está ocurriendo ahora es diferente. Es un fracaso estructural que puedes ver con tus propios ojos. Los centros comerciales están vacíos.

Hace unos años, eran templos del comercio, tan abarrotados que apenas se podía caminar. Hoy, de Shenzhen a Shanghai, de Pekín a las ciudades de segundo y tercer nivel, se repite la misma historia: las tiendas están cerradas y los carteles de "Se alquila" acumulan polvo.

Cuando incluso el centro de lujo de primer nivel de Pekín, SKP, se pone a la venta, uno sabe que no se trata de un incidente aislado. Se trata de una retirada comercial sistémica.

¿Por qué ocurre esto?

Los cuatro jinetes del Apocalipsis del comercio minorista

Hay cuatro factores inmediatos que, combinados, han creado una tormenta perfecta:

  1. La apatía de la Generación Z: El futuro consumidor (Generación Z) no va a un centro comercial a comprar. Van a comer, a reunirse con amigos y a marcharse. Son nativos digitales que ven el comercio físico como un telón de fondo para una experiencia social, no como un destino para el comercio. Sin consumidores jóvenes no hay futuro.
  2. El "ataque de dimensionalidad" del comercio electrónico: Se trata de una guerra de valor brutal e imposible de ganar. Un traje que cuesta 1.000 dólares en una tienda física puede encontrarse en línea por 99 dólares. En el momento en que un consumidor puede hacer una comparación de precios de 10 segundos, toda la propuesta de valor del comercio minorista tradicional se evapora.
  3. La contracción estructural del consumo: No se trata de una simple "rebaja", sino de una profunda crisis financiera. La caída de los precios inmobiliarios, la disminución de los ingresos y las oleadas de despidos han golpeado duramente a la clase media, especialmente en las ciudades de primer nivel. El gasto discrecional que alimentaba estos centros comerciales ha desaparecido.
  4. La falacia del urbanismo: Durante las dos últimas décadas, el modelo fue "constrúyelo y vendrán" Las ciudades, ebrias de expansión de alto apalancamiento, construyeron un exceso masivo de espacio comercial. Este exceso de oferta, combinado con un contenido homogéneo y poco inspirado y alquileres elevados, ha exprimido hasta la muerte a las pequeñas empresas.

La verdadera enfermedad: Un parásito en un huésped moribundo

Estos cuatro factores no son más que síntomas. La verdadera enfermedad subyacente es esta: La burbuja de los centros comerciales chinos era un parásito que vivía de la burbuja inmobiliaria.

Todo el modelo era un castillo de naipes:

  1. Los gobiernos locales, desesperados por obtener ingresos, vendieron terrenos a precios elevados.
  2. Los promotores inmobiliarios, utilizando un enorme apalancamiento, construyeron propiedades residenciales y comerciales con el supuesto de que el alto crecimiento continuaría para siempre.
  3. El "centro comercial" era a menudo una consideración secundaria, un componente necesario de un distrito residencial o financiero más amplio, no un negocio diseñado para sobrevivir por sus propios méritos.

Ahora, esa era de alto crecimiento, alto apalancamiento y alto crecimiento demográfico ha terminado. El huésped, la burbuja inmobiliaria, se ha derrumbado. Y el parásito, el centro comercial, se ha quedado nadando desnudo.

Esto no es una recesión. Es una Reasignación.

Pero esta historia no ha terminado. Lo que estoy viendo no es la muerte del comercio. Estoy viendo el colapso de un modelo único y defectuoso. El mercado en sí nunca se detendrá. Un nuevo mecanismo, más impulsado por el mercado, acaba de empezar.

Los consumidores se mueven. Los nuevos modelos comerciales crecen allí donde están los consumidores. Mientras algunos se quedan atrapados, llorando por el viejo modelo moribundo, otros construyen en silencio el siguiente.

La retirada del viejo centro comercial no es un fracaso; es el necesario comienzo de una nueva transición de mercado.

El problema estructural era que el antiguo modelo estaba impulsado por la venta de suelo y el apalancamiento financiero, no por la demanda de los consumidores. La incapacidad de encontrar compradores incluso en las mejores ubicaciones no es más que la corrección del mercado, que vuelve a un estado más racional.

La pregunta estratégica crítica ya no es "¿Quién comprará estos edificios vacíos?" La pregunta es "¿Cómo cambia todo nuestro modelo comercial de 'activos pesados y construcción' a un modelo que ofrezca 'consumo genuino, estilo de vida y funcionamiento sostenible a largo plazo'?"

Este ajuste es doloroso, pero para los líderes y empresarios es una oportunidad enorme. El futuro ya no pertenece a quienes pueden asegurarse el mayor apalancamiento para construir la caja más grande. El futuro pertenece a quienes son ágiles, tienen pocos activos y están obsesionados con construir una relación genuina con el consumidor basada en la experiencia.

El viejo juego ha terminado. El nuevo acaba de empezar.

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El Gran Desmantelamiento: Análisis de un director general sobre el ajuste de cuentas del comercio minorista chino
James Huang 6 de diciembre de 2025
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