TL;DR: Jensen Huang suele decir que se despierta sudando, creyendo que Nvidia está a sólo 30 días de la quiebra. No es una hipérbole; es una respuesta traumática a un historial de experiencias cercanas a la muerte. El ascenso de Nvidia hasta convertirse en una entidad multimillonaria no fue una línea recta de "trabajo duro" Fue una serie de milagros, apuestas y aterradoras experiencias cercanas a la muerte. Esta historia nos enseña la lección más importante en los negocios: El éxito no es un procedimiento operativo estándar. Consiste simplemente en mantenerse vivo el tiempo suficiente para estar preparado cuando por fin llegue la ola.
Aquí James, Director General de Mercury Technology Solutions.
Circula por Internet una historia sobre una entrevista reciente a Jensen Huang. Aunque las historias nos resultan familiares a quienes hemos seguido la historia de la IA -desde las Deep Belief Networks de Geoffrey Hinton hasta las AlexNet de Alex Krizhevsky-, oírlas recopiladas en un relato resulta sorprendente.
Jensen es famoso por afirmar que se levanta cada mañana con la sensación de que "Nvidia está a 30 días de quebrar"
La mayoría de la gente cree que esto es humildad de director general o dramatismo. Pero no lo es. Es un reflejo de la historia real.
Anatomía de un milagro
Si nos fijamos en la línea de tiempo de Nvidia, no debería existir.
- 1995: Su primera arquitectura fue un desastre. Estuvieron a punto de quebrar. Apostaron la mitad del efectivo que le quedaba a la empresa en una apuesta de "Tape-out".
- El momento Sega: Si el CEO de Sega no hubiera accedido a invertir 5 millones de dólares después de que Nvidia incumpliera su contrato, hoy no existiría Nvidia. La probabilidad de esa misericordia era inferior al 0,1%.
- El invierno de CUDA: Pasaron años construyendo CUDA. Nadie lo quería. Su capitalización bursátil se desplomó de 12.000 a 2.000 millones de dólares. Wall Street se rió de ellos.
- La apuesta DGX: Gastaron miles de millones en desarrollar el superordenador DGX-1 con cero pedidos. Solo se salvó porque una organización sin ánimo de lucro llamada OpenAI (y Elon Musk) decidió comprar el primero.
¿Si Sega no hubiera invertido? Muerto.
¿Si TSMC no hubiera accedido a saltarse la producción de prueba de la Riva 128? Muerta.
¿Si Elon Musk no hubiera comprado ese primer superordenador? La revolución del aprendizaje profundo podría haberse retrasado años, y Nvidia se la habría perdido.
Éxito y trabajo duro
En la escuela de negocios odiamos admitirlo, pero el éxito no se puede diseñar completamente. Los fracasos se pueden repetir, pero el éxito suele ser una singularidad.
La fórmula no es: Esfuerzo = Éxito.
La fórmula es: Esfuerzo x Suerte x Oportunidad x Supervivencia = Éxito.
Sin AlexNet, sin Geoffrey Hinton, sin ImageNet, no hay ninguna ola de IA en la que Nvidia pueda subirse. Jensen Huang no creó la ola; construyó una tabla de surf (GPU/CUDA) y se pasó 20 años remando en el océano, esperando una ola que quizá nunca llegaría.
La advertencia de Intel: "Sólo los paranoicos sobreviven"
Me recuerda a Intel. Hace décadas, Andy Grove, el legendario consejero delegado de Intel, escribió el libro Sólo los paranoicos sobreviven. Era un título orgulloso y agresivo para una empresa en su apogeo.
Hoy, Intel lucha por seguir siendo relevante, mientras que la empresa que era realmente paranoica -Nvidia- la ha eclipsado.
Esto demuestra que el destino de una empresa tecnológica se parece más al de un surfista en el océano que al de un constructor en tierra firme.
- Hoy está en la cima del mundo (Intel en los 90).
- Mañana, la marea cambiará y estarás bajo el agua.
- Hoy se le ignora (Nvidia en 2010).
- Mañana, serás la empresa más valiosa del mundo.
No hay "ganadores naturales" Sólo existe la marea.
El imperativo estratégico: Longevidad y preparación
Entonces, si el éxito depende en gran medida de la suerte y la sincronización, ¿para qué sirve la estrategia?
Se trata de Longevidad.
Nvidia no "causó" la revolución de la IA. Pero eran los únicos que quedaban en pie con el hardware adecuado cuando se produjo la revolución.
Los negocios no son un sprint hasta la línea de meta. Es un juego de desgaste.
- Debes gestionar tu flujo de caja para sobrevivir al "invierno" (como Nvidia durante los años de CUDA).
- Debes mantener tu equipo intacto cuando el mercado te ignora.
- Hay que seguir creando capacidad aunque no haya demanda.
No puedes controlar cuándo llega la ola. Sólo puedes controlar si sigues de pie en la playa cuando llegue.
Conclusión: No busques un PNT. Busque resiliencia.
Muchos empresarios buscan un "POE de éxito", una guía paso a paso para triunfar. Pero no existe.
El éxito es una rara permutación de acontecimientos.
- Preparación: ¿Está creando las habilidades y la infraestructura (como CUDA) que se necesitarán, aunque no se necesiten todavía?
- Longevidad: ¿Puedes estructurar tu negocio para sobrevivir a los 10 años de silencio antes de que empiece el ruido?
Nvidia quemó dinero durante 20 años esperando este momento.
Intel dominó durante 20 años y lo perdió en 5.
¿La lección? Mantente paranoico. Mantente vivo. Porque lo único peor que perder la ola es verla venir, pero estar demasiado muerto para cabalgarla.