TL;DR: La comprensión común del Producto Mínimo Viable (MVP) es uno de los conceptos erróneos más peligrosos y costosos en el mundo de las startups. La mayoría de los fundadores tratan el MVP como la versión más pequeña de un producto. Los fundadores de éxito, sin embargo, entienden que no es un producto en absoluto; es un experimento científico diseñado para probar una hipótesis de mercado central, una herramienta para máxima comprensión, y un filtro para eliminar malas ideas rápidamente. Se trata de un cambio fundamental del pensamiento de producto a una filosofía empresarial más resistente.
Soy James, CEO de Mercury Technology Solutions.
Como consultor de empresas, he trabajado con innumerables startups. Cuando hablan de su MVP, suelo ser testigo de un patrón brutal y predecible: la mayoría de ellas van camino directo al fracaso, y ni siquiera lo saben.
La razón es un malentendido fundamental de lo que es realmente un Producto Mínimo Viable. Creen que el MVP es simplemente la versión más pequeña y reducida de su producto, por lo que se apresuran a desarrollarlo y lanzarlo.
Pero los fundadores que construyen empresas duraderas y exitosas -las que alcanzan el estatus de unicornio- piensan en el MVP de una manera completamente diferente. No se trata de una táctica a nivel de producto, sino de una filosofía empresarial profunda y rigurosa. He destilado su enfoque en tres principios básicos que subvierten casi todas las definiciones de MVP de los libros de texto y explican por qué estos fundadores sobreviven mientras tantos otros fracasan.
Concepto erróneo común de MVP | La realidad de un fundador de éxito |
Una versión reducida de un producto | Un experimento científico |
Una excusa para el minimalismo | Una herramienta para obtener el máximo conocimiento |
Una forma de demostrar que tu idea es correcta | Un filtro para eliminar las malas ideas |
1. El MVP es una herramienta para probar una hipótesis, no un método para lanzar un producto
Muchos fundadores ven el MVP como la línea de salida de su producto. Esto es un error crítico.
Los emprendedores de éxito ven el MVP como un experimento científico. El objetivo no es validar si la gente quiere su producto; el objetivo es validar si la hipótesis de mercado subyacente existe siquiera. El ejemplo clásico es Dropbox. La hipótesis de los fundadores no era "¿podemos crear un software de sincronización de archivos?", sino "¿confiará la gente en una solución de sincronización de archivos sin fisuras y pagará por ella?" Su MVP no era un producto, sino un sencillo vídeo explicativo sobre el funcionamiento del producto. La respuesta abrumadoramente positiva al vídeo validó su hipótesis central de mercado antes de escribir una sola línea de código complejo.
Se trata de una mentalidad de "fracasa rápido, aprende más rápido" Si se refuta la hipótesis, un fundador de éxito abandona la idea sin dudarlo, en lugar de seguir volcando recursos en una premisa errónea.
2. El MVP se basa en la máxima información, no en características mínimas
"Características minimalistas" se convierte a menudo en una excusa para la pereza, lo que resulta en un producto débil, poco convincente y que no resuelve bien ningún problema.
Para un fundador exitoso, "mínimo" significa utilizar la mínima cantidad de recursos para obtener la máxima cantidad de conocimiento del mercado. Esto significa que son despiadadamente precisos en la definición del problema único, central y de alto dolor que su MVP resolverá.
Su MVP puede tener una sola función, pero esa única función estará ejecutada tan perfectamente que haga exclamar al usuario: "¡Esto es exactamente lo que estaba buscando!" No se trata de un mosaico de funciones mediocres a medio hacer. Como sus recursos son finitos, cada decisión debe ser un ejercicio de precisión estratégica.
3. El MVP es un filtro para eliminar malas ideas, no un arma para demostrar que tienes razón
Como empresarios, todos somos parciales. Queremos demostrar que nuestras ideas son correctas. Como resultado, cuando construimos un MVP, inconscientemente buscamos pruebas que apoyen nuestras creencias existentes.
Los verdaderos maestros de este proceso hacen exactamente lo contrario. Diseñan su MVP específicamente para descubrir lo que el mercado no quiere.
Si la reacción del mercado es tibia, no se quejan de que "el cliente no lo entiende" Dicen: "Excelente. Hemos eliminado con éxito otro camino incorrecto" Esta mentalidad les permite afrontar el fracaso con objetividad y aprender de él con increíble rapidez.
La esencia del MVP no es hacer una cosa bien; es evitar rápidamente las nueve cosas que están mal.
Conclusiones: Una nueva serie de preguntas
Por eso, los fundadores de éxito nunca tratan el MVP como una versión reducida de su producto final. Lo ven como un motor de aprendizaje de alta eficiencia, una herramienta de gestión de riesgos y un sistema de filtración del mercado. Su propósito no es hacer que su producto sea viable; es hacer que su modelo de negocio sea viable.
Así que, la próxima vez que hables de tu MVP, te insto a que dejes de pensar en un "producto mínimo viable" En su lugar, hazte estas tres preguntas más poderosas:
- ¿Cuál es la hipótesis central de mercado que este MVP pretende validar?
- ¿Cómo utilizamos los mínimos recursos posibles para obtener el máximo conocimiento posible del mercado?
- ¿Qué direcciones de negocio incorrectas nos está ayudando a eliminar este MVP?
Las respuestas a estas preguntas determinarán si su MVP es un peldaño hacia el éxito o el primer capítulo de una historia de fracaso.