Los tres ejes de la soberanía: Por qué el Derecho Internacional no es un reglamento, sino un sistema de poder, tiempo y significado

TL;DR: Mucha gente ve las relaciones internacionales a través de una lente de moral estática o "reivindicaciones históricas" anticuadas Se trata de un malentendido fundamental del sistema. El derecho internacional no es un conjunto de mandamientos divinos; es un consenso fluido mantenido por tres ejes críticos: Tiempo (la prescripción de las reclamaciones), Poder (la capacidad de hacer cumplir los tratados) y Significado (la interpretación evolutiva de la legitimidad). Este artículo deconstruye por qué los agravios históricos, como el "territorio antiguo", son jurídicamente irrelevantes si no se aplican, y por qué los tratados no son contratos vinculantes, sino instantáneas de la dinámica de poder en un momento concreto.

James aquí, Director General de Mercury Technology Solutions.

Recientemente recibí una avalancha de mensajes de amigos confundidos por algunas tomas geopolíticas verdaderamente extrañas que circulan por Internet. Me lo recordaron una vez más: no confíes en la información de las "granjas de contenidos" a menos que tengas un filtro riguroso de alfabetización mediática.

Despejemos la niebla planteando algunas preguntas de principio:

  • El derecho internacional, ¿es reconocido por todas las naciones? No.
  • Se cumple realmente la mayor parte del derecho internacional? Sí.
  • ¿Se aplicará un tratado o declaración concretos? Depende.

¿Significa esto que el mundo es una jungla en la que "la fuerza hace la fuerza"? Si crees eso, te sugiero que dejes de leer y te prepares para la guerra. Porque si tu único argumento es "tengo un puño más grande", más vale que ganes. La historia la escriben los vencedores, pero hasta que no ganes, afirmar que "el poder es la verdad" no es más que arrogancia prematura.

Para entender cómo funciona realmente el mundo, tenemos que mirar más allá del nivel superficial de "quién firmó qué" y analizar el sistema a través de tres ejes: Tiempo, Poder y Significado.

Eje 1: Tiempo (Prescripción de la Historia)

Una falacia común es la idea de que un tratado posterior simplemente anula uno anterior, o que la propiedad histórica otorga derechos eternos. Esto es falso.

Escenario: El País A derrota al País B y toma la Región X. Veinte años después, el País B derrota al País A y recupera la Región X. Podemos decir que el País A "devolvió" el territorio? No. Se trata de dos acontecimientos históricos distintos. Las personas que viven en la Región X han cambiado. La base legal para la transferencia es un nuevo tratado basado en una nueva guerra, no una restauración del antiguo orden.

La trampa del "territorio antiguo" ¿Puede el país B afirmar que la región X es su "territorio inherente" porque la poseía hace 40 años? En el sistema internacional moderno, los argumentos de la sangre y el suelo se debilitan con el tiempo. Si aceptamos que la propiedad antigua justifica la conquista moderna, ¿dónde nos detenemos? ¿En el abuelo? ¿El bisabuelo? ¿Los romanos? ¿Los mongoles?

El tiempo importa. No se puede afirmar simplemente que una tierra es suya porque lo era hace un siglo. A la comunidad internacional le importa la gobernanza actual y la estabilidad, no la historia antigua.

Eje 2: Significado (Declaraciones vs. Realidad)

Las declaraciones son poderosas, pero sólo si están respaldadas por la realidad.

Escenario: Los líderes de los países A y B se reúnen. Emiten una "Declaración de la Región X", en la que afirman que la Región X (actualmente en manos del País C desde hace 20 años) pertenece en realidad al País B basándose en la historia de hace 40 años. Exigen al país C que la devuelva.

Esta declaración no sólo no es válida, sino que es una canallada. ¿Por qué iba a importarle al país C? Tomaron la tierra mediante la guerra (el mecanismo aceptado de la época), la han gobernado durante 20 años, la economía se ha duplicado y la población es estable.

A los ojos de la comunidad internacional, los países A y B son los agresores. La legitimidad moderna se deriva de una gobernanza efectiva, no sólo de reivindicaciones históricas. A menos que el país C cometa genocidio o trate a la región como una colonia de esclavos (lo que invita a imponer sanciones), el mundo se inclinará por el statu quo.

La lección: Una declaración sin un mecanismo de aplicación no es más que ruido. La Declaración Balfour no eran más que palabras hasta que la ONU y el orden posterior a la Segunda Guerra Mundial crearon el mecanismo para repartirse Palestina. El significado debe estar anclado en la realidad.

Eje 3: Poder (El ejecutor determina las reglas)

Por último, todo tratado tiene un Primer Mover.

Escenario: El País A es derrotado hasta el borde del colapso, pero sobrevive porque se alió con el poderoso País C. El País C derrota al País B. Puede el País A dictar el tratado de paz? No.

Para el país B, el país A es un perdedor. El vencedor es el país C. Para el país C, el país A es un socio menor que necesitaba ser salvado.

La nación que gasta más sangre y tesoros dicta las condiciones.

  • ¿Por qué Estados Unidos dictó el orden posterior a la Segunda Guerra Mundial en Europa Occidental? Porque ellos lucharon en la guerra. Francia, que había colaborado con el régimen de Vichy, tuvo suerte de poder sentarse a la mesa.
  • ¿Por qué los soviéticos dictaron el orden en Europa del Este? Porque sus tanques estaban allí.
  • ¿Por qué EEUU dictó el orden en Japón? Porque EEUU derrotó a Japón en el Pacífico.

El poder crea el mecanismo de aplicación. Un tratado es tan bueno como el poder dispuesto a aplicarlo. Sin un ejecutor, un tratado es papel mojado.

Conclusiones: El diseño sistémico del orden internacional

  1. El tiempo crea separación: Los tratados son instantáneas de un tiempo concreto. No se pueden romper unilateralmente o vincularlos a la historia antigua sin un nuevo consenso.
  2. La ejecución lo es todo: Un acuerdo sin capacidad de ejecución es nulo. La validez de un tratado depende totalmente de la capacidad del ejecutor.
  3. El poder es la justificación retrospectiva: Los que gritan "el poder hace el derecho" antes de haber ganado suelen ser los que están a punto de perder. El verdadero poder no necesita gritar; simplemente establece el nuevo orden.

Comprender estos ejes impide dejarse manipular por narrativas emocionales y nacionalistas. El mundo es un complejo sistema de controles y equilibrios, no una simple historia del bien contra el mal o de derechos ancestrales.

Los tres ejes de la soberanía: Por qué el Derecho Internacional no es un reglamento, sino un sistema de poder, tiempo y significado
James Huang 16 de diciembre de 2025
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