La falacia de la "pobreza relativa": El marco de un CEO para su verdadera posición económica en la era de la IA

TL;DR: En estrategia, el error más peligroso es diagnosticar mal tu propia posición. El concepto moderno de "pobreza relativa" es una falacia subjetiva y emocional que genera confusión estratégica. En la era de la IA, debes ser implacable en tu objetividad. Esta guía deconstruye el único punto de referencia que importa -la renta media- para definir las tres verdaderas clases estratégicas: La pobreza (supervivencia), La clase media (cuyo activo es la habilidad y debe construir un foso de experiencia), y Los ricos (cuyo activo es el capital). Tus 30 años son la década crítica para alcanzar esta autoconciencia y prepararte para la siguiente etapa.

Soy James, CEO de Mercury Technology Solutions.

En la planificación estratégica, el fracaso más catastrófico no es un mal plan; es un mal diagnóstico basado en definiciones erróneas. Cuando utilizamos las palabras equivocadas para definir nuestro problema, nuestras soluciones serán, sin excepción, desenfocadas y caóticas.

De todos los conceptos estratégicamente mal utilizados hoy en día, el más peligroso es "pobreza"

En el mundo antiguo, la pobreza era una realidad objetiva, brutal y física. Significaba que carecías de comida, cobijo y calor. Tu supervivencia estaba directamente amenazada. Según este criterio histórico, la inmensa mayoría de las personas de nuestra sociedad moderna -incluso las que alquilan pisos y se preocupan por las facturas- viven en un estado de opulencia.

Entonces, ¿por qué tantos se sienten "pobres"?

El nacimiento de una falacia: "Pobreza relativa"

El punto de inflexión se produjo en 1958. El economista John Kenneth Galbraith, en su libro seminal The Affluent Society, planteó una cuestión revolucionaria. Observó a Estados Unidos -la nación industrial y agrícola más poderosa del planeta, capaz de alimentarse a sí misma y al mundo- y se preguntó por qué, si la "pobreza absoluta" estaba resuelta, tanta gente seguía viviendo en la miseria económica.

Galbraith señaló que los economistas clásicos, como Adam Smith, vivían en un mundo de escasez de recursos. Sus teorías se basaban en las "necesidades de supervivencia" Pero en una sociedad opulenta en la que la supervivencia ya no es la principal lucha diaria, la definición de pobreza debe cambiar.

Se pasó de una carencia absoluta a una privación relativa.

Así nació la "pobreza relativa" No es un problema físico; es un problema psicológico. Es un sentimiento subjetivo arraigado en la simple constatación de que "otras personas tienen más que yo"

Por qué la "pobreza relativa" es una trampa estratégica

Esta redefinición ha creado una peligrosa trampa lógica para cualquier líder o profesional que intente construir una estrategia.

la "pobreza absoluta" es un problema solucionable. Podemos proporcionar alimentos, vivienda y recursos para eliminarla.

la "pobreza relativa" es un problema sin solución. Mientras una sola persona en el mundo sea más rica que tú, esta "pobreza" subjetiva siempre existirá.

Esto nos lleva a un absurdo estratégico. Si la pobreza es un sentimiento puramente subjetivo, ¿puede una persona con una cartera de propiedades y un coche de lujo afirmar legítimamente que es "relativamente pobre" con sólo mirar a Li Ka-shing? ¿Debe entonces la sociedad compadecerse de sus "privaciones" y aceptar que son víctimas de un sistema injusto?

Si la pobreza puede "autoidentificarse" como cualquier otro concepto moderno, la palabra pierde todo su significado. Se convierte en una herramienta de influencia emocional, no en un problema objetivo que hay que resolver.

La única referencia objetiva: La mediana

Como pensador sistémico, rechazo esta ambigüedad. Debemos establecer una norma objetiva y mensurable para diagnosticar nuestra verdadera posición.

La norma es sencilla: No puedes fijarte sólo en cuántas personas son más ricas que tú; también debes, al mismo tiempo, fijarte en cuántas son más pobres que tú.

La queja de la "pobreza relativa" es una verdad a medias. La otra mitad es "riqueza relativa" Si te sientes pobre mirando hacia arriba, debes calibrar tu verdadera posición mirando también hacia abajo.

Por lo tanto, la única referencia objetiva que importa es la renta media.

La mediana no es la media. La mediana es la línea divisoria fría y dura: el 50% de la población está por encima y el otro 50% por debajo. Es tu verdadera coordenada económica.

Un nuevo marco para una nueva era: Pobreza, clase media y riqueza

A medida que la IA se prepara para revalorizar radicalmente todas las habilidades humanas, debes tener claro cuál es tu punto de partida estratégico. Creo que solo hay tres clases que importan desde una perspectiva estratégica.

  1. Pobreza: Sus ingresos están muy por debajo de la media, normalmente en el tercio inferior de la sociedad. Carece de recursos para hacer frente a imprevistos (facturas médicas, pérdida del empleo). Su vida es frágil y de alto riesgo. Tu única estrategia es la supervivencia y la acumulación incesante de habilidades y capital para pasar a la siguiente clase.
  2. La clase media: Sus ingresos están cerca de la media (por ejemplo, por encima de la media pero por debajo del 23% superior). Su vida es estable, pero su principal activo es su habilidad profesional. Tu mayor temor, o lo que debería ser tu mayor temor, es la obsolescencia impulsada por la IA. Tus habilidades (codificación, marketing, análisis) van camino de convertirse en productos básicos. Su imperativo estratégico es convertir esa "habilidad" (que puede automatizarse) en un "foso de experiencia" único (que no puede automatizarse).
  3. Los ricos: Sus ingresos o activos le sitúan en el nivel superior (por ejemplo, entre el 10% y el 20%). Ya no trabaja principalmente para sobrevivir. Su principal activo es el capital (financiero, redes o conocimientos). Su enfoque estratégico ya no es ganar, sino la asignación: cómo desplegar sus recursos, gestionar el riesgo macroeconómico y construir un legado duradero.

En cuanto a quienes pertenecen objetivamente a las clases media o acomodada, pero "se sienten pobres" simplemente porque sus deseos no se ven satisfechos, no están "en la pobreza" No están "en la pobreza" Se encuentran en un estado de baja autoconciencia y descontento espiritual.

Conclusión: El mandato de los 30: tomar conciencia de uno mismo y prepararse

Los 30 son la década crítica para este autodiagnóstico.

Debes dejar de utilizar la "pobreza relativa" como excusa cómoda para la inacción o la envidia. Evalúa objetivamente tu posición en este marco. Si perteneces a la clase media, tus 30 años son la década para construir frenéticamente tu "foso de experiencia" -para asumir los proyectos multifuncionales, los roles "raros" y los diversos desafíos que he discutido antes- antes de que la IA haga que tus habilidades básicas carezcan de valor.

La era de la IA no se compadecerá de quienes "se sientan pobres" Sólo recompensará a quienes tengan una conciencia fría y lúcida de su verdadera posición y ejecuten una estrategia despiadada y eficaz para ganar la siguiente etapa.

Soluciones tecnológicas Mercury: Acelerar la digitalidad.

La falacia de la "pobreza relativa": El marco de un CEO para su verdadera posición económica en la era de la IA
James Huang 8 de noviembre de 2025
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